El parque nacional de Yosemite (en inglés Yosemite National Park, pronunciado localmente /joʊˈsɛmɪɾi/) se ubica a aproximadamente 320 km al este de San Francisco, en California, Estados Unidos.El parque se encuentra ubicado en la cordillera Clark, en el centro de Sierra Nevada, California.Hace aproximadamente 10 millones de años, Sierra Nevada sufrió una elevación y luego fue inclinada hasta formar las laderas relativamente suaves del oeste y las laderas más pronunciadas del este.El río Tuolumne drena la parte norte del parque, un área de aproximadamente 1760 km².Los procesos hídricos, incluyendo la glaciación, inundación y acción fluvial han sido fundamentales en la creación de los paisajes del parque.También en el valle, se encuentran las cataratas Ribbon que, con un volumen de agua inferior, es el salto vertical más alto (492 m).[1] El área del parque tiene un clima mediterráneo, por lo que las precipitaciones normalmente suceden durante el suave invierno y el resto de las estaciones son bastante secas (las precipitaciones durante los calurosos meses de verano son menores al 3%).La combinación de vegetación seca, relativa baja humedad y las tormentas eléctricas dan como resultado frecuentes incendios provocados por rayos.Estos incluyen el pino contorta, el pino de corteza blanca y la Tsuga mertensiana que, en las elevaciones más altas, dan paso a grandes extensiones de granito a medida que se alcanza el límite del bosque.El clima en estos hábitats es frío y la estación cálida es corta, pero las especies tales como la pica americana, la marmota de vientre amarillo o el pinzón montano negro viven bajo estas condiciones.Alguna vez los osos negros de Yosemite se hicieron famosos por ingresar en autos estacionados para robar comida.También se congregaban en los cestos de basura para comer los desechos que tiraban los visitantes y en algunas ocasiones atacaban a las personas.Los encuentros entre osos y humanos generaron daños cada vez mayores a las propiedades.Alrededor de 30 osos por año son capturados, marcados en la oreja e identificados por su ADN, de forma tal que cuando ocurre algún incidente, se puede determinar cuál es el oso que está causando problemas.Esto las vuelve más vulnerables a la infestación de insectos y otras enfermedades.Tanto por causas naturales como humanas se ha contribuido a un rápido incremento en el esparcimiento de ellas.