Para la recaudación de fondos, la Junta pasó una circular a diversos funcionarios y organismos.
A esta circular respondió Juan Francisco Sánchez Peña, hijo de Francisco del Rosario Sánchez y funcionario del Gobierno del presidente Ulises Hilarión Heureaux, oponiéndose al propósito, que estimó negador de la «justicia distributiva», y sosteniendo que: «sería más conveniente dejar unidos e igualados en la tumba a los que quisieron ser iguales e inseparables en la vida».
Pasarán veinte años sin que aparezca hasta que en 1867, durante la Segunda República y bajo el Gobierno del presidente José María Cabral, aparece, pero acompañada de Pedro Alejandro Pina y Juan Isidro Pérez.
Desde un principio algunos intelectuales e historiadores se opusieron a la mencionada tríada; la última polémica sobre este tema fue en la revista ¡Ahora!, en 1969, entre los historiadores Juan Isidro Jimenes Grullón, Carlos Sánchez y Sánchez, Ramón Lugo Lovatón, entre otros.
Ulises Espaillat, sugiriendo también a Juan Sánchez Ramírez y Pedro Santana Familia como Padres de la Patria.
El historiador Emilio Rodríguez Demorizi decía que la tríada tarde o temprano sería reducida por la crítica histórica al binomio Duarte y Santana, concordado con esto Manuel Arturo Peña Batlle.
El historiador Juan Daniel Balcácer opina que deben ser Duarte, Pedro Pina e Isidro Pérez.
Conservad esta espada para que mañana, si es necesario- y Dios no lo quiera- podáis defender la patria de nuestros progenitores».