Higüey

Puede ser coincidencia, pero es de notar que Higüey se encuentra en el punto más oriental de la isla, es decir, en la región que primero recibe los rayos del sol.Además, los ingleses no reconocían la cesión, argumentando que violaba las antiguas estipulaciones del Tratado de Utrecht.Todo esto motivó la invasión por parte del ejército haitiano, previendo una amenaza para su recién ganada independencia.Los franceses, comandados por el cuñado de Napoleón, General Charles-Victor-Emmanuel Leclerc, repelieron a los haitianos en 1802.Higüey no fue ajena a esta situación, siendo ocupada en 1822 por fuerzas haitianas bajo el mando de Jean-Pierre Boyer.En esta ciudad y en la región en general, se ha desarrollado ampliamente la producción ganadera para la producción de leche y carne, debido a su ubicación en la llanura costera del Caribe.Esta ciudad cuenta con dos grandes universidades que imparten docencia en tandas matutina, vespertina, sabatina y dominical.Se propuso a la provincia de El Seibo, pero sus autoridades no ofertaron las condiciones apropiadas para las nuevas instalaciones del centro universitario que, sin embargo, si se propusieron las autoridades provinciales y municipales del La Altagracia.Así fue como en 1978 se trasladó el Centro Universitario Regional del Este (CURE) a la provincia La Altagracia, situándose en la calle Remigio del Castillo, casi esquina Duverge, bajo el nombre actual de Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) - Centro Higüey.Luis Jerónimo de Alcocer, nacido en La Española, mencionando la veneración ya en 1650.La basílica actual fue construida en honor a la imagen, que queda representada en el Santuario de la antigua Catedral, que un corredor unirá a una basílica moderna adecuada para este tipo de grandes reuniones.Está basílica fue construida para reemplazar al antiguo santuario que data de 1572.Esta basílica es una gran escultura gris en forma de cruz latina.Es frecuente encontrar en cualquier camino tres cruces plantadas en el suelo y rodeadas por una gran cantidad de piedras que van depositando allí desde época inmemorial los caminantes y cuya acumulación llega a constituir a veces verdaderas montañas.Uno a unos cuatro kilómetros de la ciudad en la carretera hacia Santo Domingo, el de Ceja Esperanza donde dice una vieja tradición que un buey habló a su amo porque era el día del Corpus Christi y no estaban descansado.Son tres cruces de madera plantadas en el suelo y rodeadas de las piedras que allí colocaron los que por allí pasaban, conforme a la tradición existente.Allí, tras una ligera inclinación de ambas imágenes que siempre resultaba muy emotivo y predicar el emotivo sermón, es donde continuaban ambas procesiones en una sola por la calle Altagracia hasta el viejo Santuario.Las costumbres han cambiado bastante y hoy esto ya no se hace así.Durante el ejercicio de monseñor Juan Félix Pepén S. como primer obispo de la Diócesis, un estudiante exaltado destruyó a pedradas la imagen del Crucificado que allí había.Los aficionados cuentan para la práctica del deporte con un antiguo polideportivo y varias canchas al aire libre, estas últimas diseñadas principalmente para la práctica del baloncesto y el voleibol.