[5] Poco después se trasladó a Madrid, al «Gay Club», donde realizó sus propios espectáculos, como el Loco, loco cabaret, que tenían una calidad considerable, incluyendo vocalista, bailarines e imitadores.
Sobre el escenario, Paco España aparecía con bata de cola, kimono o biquini, imitando a grandes artistas como Lola Flores, su gran ídolo, o Paloma San Basilio.
Aquí hay de todo: machos, machirulas, mariquitas y últimamente hasta alcaldesas.» Entre sus frases más famosas están la que usaba para salir en escena, «¡Damas, caballeros, mariquitas simpatizantes...!» o aquella «¡No somos machos, pero somos muchas!» A finales de los 70 llegaba a cobrar medio millón de pesetas por actuación.
[2][6] A finales de los 80 su estrella se fue apagando, según la sociedad iba liberalizándose y el transformismo perdía popularidad.
[7] Con 32 años volvió a Las Palmas con el amor de su vida, Federico, su administrador.