El príncipe Pablo de Yugoslavia nació en 1893 en San Petersburgo, la entonces capital del Imperio Ruso.[1] Sus tendencias conservadoras fueron reforzadas por el político esloveno Anton Korošec, que contó con su confianza hasta su muerte en 1940.No obstante, para 1941, todas las naciones vecinas a Yugoslavia estaban aliadas con Alemania y el Reino de Italia.Tras la destitución de Milan Stojadinović el príncipe Pablo, anteriormente figura en la sombra y secundaria en la política yugoslava, tomó las riendas del poder.[4] Simović se apresuró a asegurar que el cambio de gobierno no significaba un cambio en las relaciones con Alemania,[5] pero también inició una serie de medidas para disminuir la influencia del Eje en los asuntos del Estado yugoslavo.[6] Durante el resto de la guerra, el príncipe Pablo estuvo bajo arresto domiciliario en Kenia.