Será este quien mantenga a aquellos toros hasta que años más tarde, en 1790, la ganadería fuera adquirida por Francisco Gallardo, vecino del El Puerto de Santa María (Cádiz).
A la muerte de este ganadero, el hierro se dividirá en tres partes.
Años más tarde, en 1874, el duque terminará por deshacerse del negocio y venderá las reses que le quedaban al banquero sevillano Rafael Laffite, pasando a Carlos Conradi y, finalmente, a la familia Pablo-Romero.
Así, pues, gracias a la selección realizada, se consiguió tener "un tipo de toro que ha sido único en la historia".
Dije que necesitaba, 25 años para recuperar la ganadería de Pablo Romero, y llevo 15; a mi juicio, era un planteamiento sensato que, además, no podía ser de otra forma, porque mi reto no era ser ganadero, sino recuperar una leyenda".
Por esta razón, se incluye como una casta y también encaste propio, señalándose para tal caso las siguientes características zoomórficas:Los ejemplares son mediolíneos, de perfil subcóncavo y con tendencia a la hipermetría, como consecuencia del gran desarrollo de las masas musculares, especialmente del dorso, lomo y tercio posterior.
Tanto es así que autores como el cantaor David Palomar incluye, dentro de sus Alegrías del albero (2015), una letra dedicada a este legendario hierro del campo bravo español: "Resopla, escarba, -primo mío- y se arranca;/seguro que es un "pablittomero"./ Respopla, escarba y se arranca,/ y en lo alto de un acebuche este torito no me da miedo".