[1] Los dogón son especialmente conocidos por sus tradiciones religiosas, sus bailes con máscaras, su escultura de madera y su arquitectura.
Las esculturas dogón no se realizan para mostrarse en público, y suelen guardarse en las casas, santuarios o mantenerse con el hogón (Laude, 20).
Griaule había vivido entre los dogón durante quince años antes de que esta reunión con Ogotemmêli tuviera lugar.
Fueron de los últimos pueblos del África occidental en perder su independencia y quedar bajo dominio francés.
Según la descripción que hizo Ogotemmêli de ellos, los Nummo, a quienes también se refirió como la Serpiente, eran anfibios que a menudo se comparaban con serpientes, lagartos, camaleones y ocasionalmente incluso perezosos (debido a que se movían lentamente y tenían un cuello sin forma), animales todos de actitud paciente y perseverante en sus objetivos; también fueron descritos como peces capaces de caminar en tierra.
En idioma dogón, el nombre del sol (no) tiene la misma raíz que «madre» (na) y «vaca» (nā).
«El chacal estuvo solo desde su nacimiento» — explicó Ogotemmêli— y por eso hizo más cosas de las que se pueden decir».
Se lleva a cabo una vez cada sesenta años y supuestamente se relaciona con la estrella enana blanca Sirio B, invisible a simple vista, provocando numerosas especulaciones sobre el origen de tal conocimiento (ver abajo).
Esto fue para evitar que un ser como el Chacal volviera a nacer en la Tierra.
Debido a su estado solitario, el primer hijo de Dios actuó como lo hizo».
La circuncisión y la escisión [ablación del clítoris] son una vez más el remedio».
Los poderes celestiales mismos eran duales, y en sus manifestaciones terrenales intervenían constantemente en parejas...El nacimiento de gemelos humanos se celebró en la cultura dogón en los días de Griaule porque recordaba el "pasado fabuloso, cuando todos los seres llegaron a existir en dos, símbolos del equilibrio entre los humanos y lo divino".
Sin embargo, incluso en los matrimonios polígamos es raro que un hombre tenga más de dos esposas.
Los matrimonios son endógamos porque las personas se limitan a casarse solo con aquellos dentro de su clan.
Las mujeres pueden dejar a sus esposos temprano en el matrimonio, antes del nacimiento de su primer hijo.
Durante un ritual de saludo la persona que se acerca a otra responde una serie de preguntas sobre toda su familia realizadas por esa otra persona; la respuesta acostumbrada es sewa, significando que todo está bien.
Los dogón creen que la serpiente sagrada Lébé viene durante la noche para limpiarlo y transferir sabiduría.
Algunos hombres jóvenes buscan caza menor, pero los animales salvajes son relativamente escasos cerca de las aldeas.
En época reciente los dogón han establecido intensas relaciones de intercambio con otras sociedades, lo que ha aumentado la variedad en su dieta.
Cada cuatro días los dogón asisten a mercados con tribus vecinas, como los fulani y los dyula.
Los trabajadores del cuero participan en un comercio significativo con otras tribus y acumulan riqueza.
Originalmente, el humano estaba dotado de un alma dual, y circuncisión y ablación eliminan la considerada un resto superfluo de aquello, permitiéndose mediante estos rituales que cada sexo asuma su identidad físicamente.
Tiene un código estricto de etiqueta, obligaciones, prohibiciones y un lenguaje secreto (sigi so).
Sigi es un ritual de toda la sociedad que recrea la cosmogonía y honra a los antepasados primordiales.
Se inicia un nuevo Sigi cada aproximadamente sesenta años, siguiendo su mencionado calendario siríaco.
Debido al gasto que implican, los segundos rituales funerarios tradicionales o (Dama) se están volviendo poco habituales.
Según Shawn R. Davis, este ritual particular incorpora los elementos del yingim y el danyim.
Cuando Digitaria está más próxima a Sirio, esa estrella se ilumina; cuando está más alejada produce el efecto de un pestañeo que hace que el observador vea varias estrellas.
Más recientemente se han alzado dudas sobre la validez del trabajo de Griaule y Dieterlein.
[29] El autor estadounidense Robert Temple escribió en 1976 un libro de pseudoarqueología titulado The Sirius Mystery en el que afirmaba que los dogón poseen conocimientos inusitados debido a su contacto con una civilización extraterrestre procedente de Sirio.