Entre las lenguas mandé están el mandenká (bámbara, yulá, mandinká, diferentes variedades de maninká, kasongá, kagoro, etcétera), soninké, bozo, mende, yacouba, y vai.
En 1958, Welmers publicó un artículo, "The Mande Languages", en el que divide las lenguas en tres subgrupos: noroccidental, meridional y oriental.
Long (1971) y G. Galtier (1980) continuaron usando esta clasificación en tres grupos con notables diferencias.
La siguiente clasificación de Kastenholz (1996) se basa en innovaciones léxicas y método comparativo; y el estudio de Dwyer (1989, 1996) del mandé oriental [expuesto en Williamson & Blench, 2000].
Eso sí presentan fonemas prenasalizados a principio de sílaba como /mb, nd, ŋg/.
Las lenguas mandé suroccidenales y el soninké exhiben un sistema de mutación consonántica inicial.
El tiempo (pasado, presente, futuro), la polaridad y a veces también el aspecto, se realiza mediante auxiliares.
Algunos ejemplos tomados del soninké: También existe extensiones verbales del tipo bantú, teniendo el bɔbɔ un sistema de cambio de valencia que permite que una raíz verbal tenga formas intransitivas, transitivas o hipertransitivas (causativas).