Para representar sonidos que no aparecen en el árabe estándar en lugar de añadir nuevas letras se vale de modificaciones que suelen consistir en puntos o líneas añadidos a letras preexistentes.
[3] Durante el período precolonial, en las escuelas coránicas se enseñaba árabe a los niños musulmanes y, por extensión, ajami.
[2] Tras la colonización occidental, se adoptó una ortografía latina para el hausa y la escritura ajami perdió popularidad.
El ajami se usa ceremonialmente y para propósitos específicos, como preparaciones herbales locales en el idioma Jula .
También se indica que letras son inventadas y no aparecen en árabe estándar.