Pájaro verde

[1]​ Sus ingredientes han variado a lo largo de la historia y parte del rito carcelario es prepararla con los recursos disponibles.

Hoy por hoy, la forma más común consiste en fermentar una mezcla de azúcar, arroz, frutas podridas y frescas así como sus cáscaras; a este líquido le es añadido un químico fuerte, tal como aguarrás, diluyentes, pintura o barniz para darle un «mayor choque neuronal».

[1]​ Ha habido casos donde incluso se han utilizado excrementos en el proceso de fermentación.

[2]​ Hoy en día la mortal bebida sigue existiendo en las cárceles chilenas, aunque en un grado mucho menor y con variaciones menos tóxicas, como es la chicha preparada de igual forma pero sin diluyentes, los que son reemplazados por alcohol para heridas.

Esta chicha, que se considera heredera del pájaro verde, suele ser consumida junto con clonazepam —un ansiolítico conocido como la droga de las cárceles— y menos frecuentemente con cocaína, marihuana o pasta base.