Cumplió correctamente con su mando, pero a partir del año 1915 fue enviado al Frente Oriental como nuevo comandante en jefe del VIII Cuerpo de Ejército, adscrito al 10.º Ejército alemán, donde logró verdaderamente destacar en la carrera militar.
Desde su nuevo cargo, von Hutier contribuyó notablemente al éxito de las operaciones militares alemanas, ya que el Ejército alemán conquistó amplias zonas de Rusia y Lituania durante los dos años siguientes a su nominación para el cargo.
Cuando la artillería estuviese en emplazamientos adecuados, los artilleros podrían concentrar el fuego a cualquier lugar en que fuese necesario para impulsar la penetración en las líneas aliadas.
4.ª: Durante la última etapa del asalto, la infantería regular alemana eliminaría cualquier resto de resistencia aliada.
A imitación del general Erich Ludendorff, antiguo comandante en jefe del Ejército alemán (y que por lo demás era su primo carnal), von Hutier sostuvo la tesis de que el ejército alemán no había sido derrotado en los campos de batalla por los Aliados, sino que, por el contrario, había recibido una "puñalada por la espalda" (Dolchstosslegende en alemán) a manos de unos presuntos enemigos interiores.