El macizo del monte Gorbea da carácter al municipio; dada su situación y altitud (1481 m sobre el Cantábrico), actúa como una gran barrera que detiene los vientos húmedos provenientes del golfo de Vizcaya, con gran diferencia entre la vertiente norte, más húmeda, y la sur, más seca y soleada.Ésta es una zona que se habitó desde el Neolítico, dejando residuos en dólmenes, túmulos, asentamientos al aire libre y en cuevas.Estos templos han sufrido importantes transformaciones desde el siglo XVI, pero algunos de ellos aún conservan elementos del período románico, como San Bartolomé y San Lorenzo.La importancia demográfica de las parroquias también ha evolucionado mucho, trasladándose desde los antiguos poblados pastoriles situados al E. del valle, Urigoiti, Zaloa, etc., a la zona central y O., con mejores posibilidades agrícolas e industriales.Orozco dio nombre al arciprestazgo en el que se integraba y al que pertenecían, además de sus parroquias, las de Llodio, Oquendo, Arrancudiaga, Aracaldo y Gordejuela.[5] La población de Orozco ha evolucionado al unísono de la europea: crece en el siglo XVI, al final de este siglo padece grandes epidemias, decrece durante todo el siglo XVII e incluso en las primeras décadas del XVIII y mantiene un crecimiento ininterrumpido desde entonces hasta nuestros días.Estos fueron los resultados: Esto dio como ganadora a la candidatura independiente ADIE.El PNV logró 3 concejales por 2 de la coalición independentista Bildu, mientras que PSOE y Populares no lograron representación debido al escaso número de votos que obtuvieron.En 1981, durante las fiestas de Santa Águeda, apareció en los alrededores del pueblo el cadáver del vecino Aureliano Letona, guarda forestal, en lo que se conoce como "el crimen de Orozco".[6] Raúl Guerra Garrido escribió en 1996 Tantos inocentes, novela negra inspirada en este crimen.[7] La antes mencionada industria ferrona, que forzó la primera roturación del fondo de los valles y la más importante modificación del territorio, con la primera red de caminos, puentes, presas y torres y que llegó a tener 19 instalaciones (Anuncibai, Aranguren, Aranluze, Arcocha, Ibarra, Jaureguía, Legorburu, Oketa, Olabarría, Olachu, Orozco, Oxinluzea-Uxuluxu, Torrezar, Torrelanda, Unibaso, Uribiarte, Ugalde, Usabel y Zubiaur), nos ha dejado los edificios singulares de: Estas construcciones son testigos de la presencia en el valle de una oligarquía ferrona muy amplia y poderosa, que convivía con una clase, por supuesto mucho más amplia, de pecheros-urcioneros.Los “familiares” no le dejan morir a una solterona de Olarte.Las lamias asustan a las ovejas en Supelegor y dejan sus huellas repetidamente.En cada parroquia, aldea o barrio de Orozco se celebran diferentes fiestas y ferias: