Desde Unzueta se mantenía contacto visual con el castillo de Malvecín, que pertenecía a la misma línea defensiva.
Tanta nostalgia sintieron los Orozco al abandonar su señorío y comarca, que fundaron en Portillo el mayorazgo llamado La Vascona.
El condado de Bizkaia tuvo su propia gobernanza por condes locales dentro del reino de Navarra, desde al menos el siglo XI y por tanto no hubo una intromisión en este punto.
Hay importantes trabajos al respecto, como los libros de la colección: Navarra.
Tras la conquista del territorio entre 1175 (Bizkaia) y 1200 (Durango), los nobles de Bizkaia comenzaron a situarse en un sistema feudal que garantizaba la perpetuidad de los privilegios, lo que propició que hubiese nobles que se acercasen a las voluntades del rey castellano..[1] No se conoce si lo construyó Sancho IV para defender el territorio de los nobles o si fue el rebelde Íñigo López Ezkerra, señor de Vizcaya, para controlar el acceso a Bilbao desde Álava.
Para este último asedio el castillo fue atacado con fundíbulos, y los bolaños lanzados quedaron repartidos por docenas en sus inmediaciones.
Sobre el último piso se levantaba un tejado a cuatro aguas protegido por un adarve.