Oro nativo

Es en su mayor parte oro puro -más del 99%-, comúnmente con impurezas de plata, cobre, hierro y mercurio,[2]​ más raramente con otros muchos elementos, que cristaliza en el sistema cristalino cúbico o isométrico.

Forma dos series de solución sólida, una de ellas en la que la sustitución gradual del oro por plata, perfectamente mezclables al tener tamaño parecido y cristalizar ambos en sistema isométrico, va dando minerales intermedios con distintas proporciones:[1]​ cuando ambos elementos se encuentran entre un 20% a 80% se denomina a este mineral crisoargirita o electrum, si el oro es más de 80% se denomina oro-argentífero y si el oro es menos del 20% se denomina plata-áurica.

[3]​ Se encuentra ampliamente extendido por todo el mundo en muy pequeña cantidad en rocas de diversos tipos, así como en el agua marina.

[2]​[4]​ Suele encontrarse asociado a otros minerales como: pirita, calcopirita, arsenopirita, pirrotina, silvanita, krennerita, calaverita, altaíta, tetradimita, scheelita, ankerita, turmalina o cuarzo.

[2]​ Usos industriales: conductor eléctrico, recubrimientos reflectantes, en joyería y objetos decorativos, en electrónica e industria aeroespacial por su conductibilidad, como patrón monetario, etc. Es un metal precioso fácilmente extraído como metal nativo, por lo que el oro nativo fue usado desde la prehistoria por su belleza, resistencia al ataque químico y por su facilidad para ser trabajado.