Esto causa la muerte del cartílago y como resultado la formación de tejido fibroso en la piel que lo recubre.Esto provoca que la oreja parezca permanentemente deformada e hinchada asemejándose a una coliflor.La oreja de coliflor también puede presentarse en un escenario sin traumatismos o heridas del pabellón auricular previos.[3] Tras el drenaje de la sangre evitar que los líquidos se vuelvan a acumular es la misión principal.En estos casos se sugiere la intervención quirúrgica para devolver el aspecto natural a la oreja y evitar re-acumulaciones.
Hematoma auricular después del drenaje
Muestra de una oreja de coliflor en una escultura del siglo VI a. C.