Invasión japonesa de Sajalín

En el siglo XIX, las dos potencias expansivas del Imperio ruso y el Shogunato Tokugawa llegaron a una frontera terrestre al unirse sus nuevos pobladores en la isla del pacífico, teniendo una presencia superior rusa en el Norte de la isla, y una presencia superior japonesa en el sur de la misma.

UU., Takahira Kogorō, para que animase al presidente estadounidense, Theodore Roosevelt, a posicionarse como mediador para la paz entre Japón y Rusia.

Al día siguiente, el zar Nicolás II informó que aceptaría la mediación del presidente estadounidense en una conferencia de paz.

Viendo que las negociaciones podrían empezar antes de ocupar Karafuto, Nagaoka solicitó ayuda a Kodama Gentarō, Taishō relegado a la Jefatura General del Estado Mayor del Ejército en Manchuria por el anterior Jefe del Estado Mayor, Ōyama Iwao, para que se posicionase a favor de la operación.

El 17 de junio, el emperador Meiji aprobó la operación que recayó sobre la recién creada 13.ª División.

Finalmente sólo se contó con la recién organizada 4.ª Flota, que utilizó buques rusos capturados en Tsushima como el Okinishima, para escoltar al grueso de buques de desembarco que cargarían a la 13.ª División.

Dividió sus fuerzas en cinco destacamentos que tendrían encargadas sendas divisiones de la isla para defender en plazas fuertes y a la manera irregular una vez fuesen superados.

Los defensores de Korsakov aguantaron el envite japonés hasta las 17 horas, momento en el que decidieron retirarse tras verse definitivamente superados.