Algunos de ellos fueron Danila Antsíferov, Iván Kozyrevski, Martin Shpanberg, Adam Johann von Krusenstern, Vasili Golovnín y Henry James Snow.
Rusia las capturó tras la Segunda Guerra Mundial (Tratado de San Francisco) y fueron anexionadas a la URSS, pero Japón mantiene su reivindicación sobre las islas más meridionales: Etorofu, Kunashiri, Shikotán, y las Jabomai, conocidas en Japón como Territorios del Norte (北方領土 Hoppō Ryōdo) (ver: Conflicto de las islas Kuriles).
Los ainu (aínos) fueron los primeros habitantes de las islas Kuriles, aunque existen pocos registros anteriores al siglo XVII.
La administración japonesa tomó el control nominal de las islas en el período Edo (1603-1868), tras una reclamación como propias por parte del clan Matsumae.
Choka parece haber sido el nombre original ainu para la isla de Paramushir y sus islas vecinas.
En 1811, el capitán ruso Vasili Golovnín y su tripulación, quienes se habían detenido en Kunashir durante la elaboración de un estudio hidrográfico, fueron apresados por miembros del clan Nambu y enviados a las autoridades Matsumae.
Debido a que un comerciante japonés, Takadaya Kahei, también fue capturado en 1812 cerca de Kunashir por Pedro Ricord, capitán de un navío ruso, Japón y Rusia acordaron entablar negociaciones para delimitar la frontera entre ambos países.
Balleneros estadounidenses se dedicaron a la captura ballenas francas en la proximidad de las islas entre 1847 y 1892.
Japón mantiene una reclamación sobre las cuatro islas más meridionales Kunashir, Iturup, Shikotán y las rocas Habomai, denominadas en este país, Territorios del Norte (ver: Conflicto de las islas Kuriles).
En 1869, el gobierno Meiji creó en Sapporo la Comisión de Colonización para ayudar en el desarrollo del área norte.
Se fundaron once provincias y 86 distritos, que fueron puestos bajo el control de clanes feudales.
Veintidós hombres fueron muertos en acción; uno tomado prisionero y 51 encarcelados en Kamchatka, Rusia.
Los militares estadounidenses renovaron el interés en estos planes cuando ordenaron la expansión de las bases en las Aleutianas occidentales y comenzaron las grandes construcciones en Shemya.
Los combatientes soviéticos los interceptaron y los obligaron a alejarse, un presagio de la Guerra Fría que se avecinaba.
La isla más septentrional, Atlásov (Oyakoba para los japoneses), es un cono volcánico casi perfecto.
Geológicamente, las Kuriles son un arco insular, una clase de archipiélago formado a medida que una placa tectónica oceánica protagoniza una subducción contra otra y se produce su fusión y la consiguiente ascensión de magma.
[10] En la tabla que sigue se listan las principales islas del archipiélago de las Kuriles en dirección Noreste-Sudoeste (NE-SO).