Fue la última operación importante lanzada por la Luftwaffe Nachtjagdgeschwader (Unidad de caza nocturna) durante el conflicto.
Hacia marzo de 1945 la Luftwaffe había perdido la superioridad aérea en todos los frentes.
Las fuerzas aéreas occidentales mantenían la supremacía aérea sobre el Reich Alemán y el resto del territorio ocupado.
Adolf Hitler había ordenado un cese de estas actividades para propaganda y las razones prácticas pero estas operaciones habían tenido un éxito razonable en 1941 y se sentía que podían volver a hacerlo otra vez.
La operación falló para conseguir los resultados esperados; el éxito obtenido del ataque no compensó los costes de esta.