Rømer fue contratado por el gobierno francés: Luis XIV le nombró tutor del Dauphin.
Merced a la influencia de Rømer se introdujo el calendario gregoriano en Dinamarca en el año 1701.
[8] Daniel Gabriel Fahrenheit le visitó en 1708 y modificó la escala de Rømer, dando como resultado la conocida escala de temperatura Fahrenheit que aún se utiliza en algunos países.
Cassini no tardó en desechar esa idea tan justa; por el contrario Römer la mantuvo, uniendo de esta manera su nombre a uno de los más grandes descubrimientos que enorgullecen a la astronomía moderna.
Römer, que había sido testigo en París de las dificultades para hacer mover en el plano del meridiano la lente de un cuarto de círculo mural, es decir, una lente equilibrada sobre un eje muy corto y obligada a aplicarse continuamente sobre un limbo imperfectamente hecho, imaginó y construyó el anteojo meridiano.
Con este micrómetro se podía aumentar o disminuir la imagen del Sol o de la Luna hasta que estuvieran entre dos hilos situados cerca del ocular.
[20][21][22] En Dinamarca, Ole Rømer ha recibido diversos homenajes a lo largo de la historia.
Sin embargo, el proyecto de satélite quedó varado en 2002 y nunca llegó a realizarse..[27][28]