Obdulio de Perea

[3]​ Tenía tres hermanas, de nombre Rosario, Celestina y Francisca.

[5]​ Habiendo decidido dedicarse al comercio, ingresó como pensionista en el Real Seminario de Vergara en 1847.

[4]​ Allí hizo vida colegiada durante siete años, en los que cursó asignaturas como latín, geografía, historia, retórica, poética, lógica, ética, física y química historia natural, dibujo, baile, esgrima, gimnasia, matemáticas, metrología, francés e inglés, teneduría de libros, cálculos mercantiles, geografía fabril y mercantil y nociones de derecho comercial, entre otras.

[10]​ Aprovechó su estancia en aquel lugar, que tan solo distaba unos cien kilómetros de Londres, para visitar en varias ocasiones la capital, en la que se empapó de su arquitectura y su vida cultural.

[14]​ A raíz de esas palabras, Perea seguiría colaborando con Irurac bat.

[16]​ Así, arregló del francés, puso en verso y publicó el drama en tres actos, original de Eugenio Scribe, Marco Spada.

[23]​ Las exequias se celebraron dos días después en la iglesia de San Pedro Apóstol.

[23]​ Fueron, asimismo, varias las figuras que se apresuraron a despedirlo con elogios: Ricardo Becerro de Bengoa, que lo llamó «síndico celoso», «representante sabio» e «hijo ilustre» de Vitoria, así como uno de los «más entusiastas cultivadores» de la literatura vascongada;[26]​ José Amador de los Rios, «inspirado cuanto dulce poeta»;[27]​ Antonio de Trueba se refirió a él como «poeta inspiradísimo, amantísimo hermano, leal amigo, ciudadano ilustrado, patriota y sinceramente religioso»;[28]​ Julio Nombela dijo que «lograba multiplicarse, y nada le arredraba, ni el frío, ni el cansancio, ni el peligro: había una lágrima que enjugar, un favor que hacer; allí estaba Obdulio».

La firma de Obudlio de Perea, tal y como figura en las Poesías póstumas recopiladas por Arrese Duque