[4] «Hoy el cementerio es un modelo no solo en España sino en muchas ciudades del extranjero.La higiene, el respeto á los que fueron y el arte mismo tienen cumplido tributo en esta construcción, en la que no hubo nunca el fatal sistema de nichos tan generalizado por desgracia», apuntaba Colá y Goiti en La ciudad de Vitoria bajo los puntos de vista artístico, literario y mercantil, seguida del indicador del viajero.[5] Entre los años 1936 y 1945, durante la Guerra Civil y durante el primer periodo de la dictadura franquista, al menos 33 (otras fuentes hablan de hasta 200) republicanos y opositores al régimen fueron ejecutados en los terrenos del cementerio; entre ellos estaban Alfredo Espinosa, Lauaxeta y José Placer Martínez de Lecea.Se realizan visitas guiadas por el cementerio,[7] que tiene una extensión de 57 072 metros cuadrados.[8] En 2016, figuró entre los finalistas del Concurso de Cementerios[9] en la categoría que reconocía el valor monumental y arquitectónico.