Elvira Zulueta Ruiz de Gámiz
No tuvieron una casa propia en Vitoria hasta que se asentaron en 1882.[1] Ella, junto con su madre y su tía Luisa Ruiz de Gámiz realizaban obras caritativas.[1][3] El día antes de su muerte realizó unas últimas disposiciones y adiciones en su testamento.En su testamento, estableció que quería legar su fortuna a la Iglesia para limpiar sus pecados y los de su padre, que hizo fortuna con el sudor y la sangre de esclavos en Cuba.La capilla ardiente se instaló allí mismo y de allí partió hacia el cementerio de Santa Isabel, a la capilla donde ya reposaba su padre.