Numeración griega

A este sistema se le atribuye el origen en la ciudad de Mileto (en Jonia) por lo que se conoce de forma más específica como numeración jónica o milesia y también como numeración alejandrina.

La fórmula acrofónica era la siguiente: Se denomina acrofónico porque, con excepción del símbolo para 1 (un mero trazo vertical), los demás procedían de la primera letra de cada número en escritura arcaica: πέντε (pénte, «cinco»), δεκα (déka, «diez»), ηεκατον (hekatón, «cien»), χιλιοι (chílioi, «mil»), μυριας (myrías «diez mil»).

Para representar números del 1 000 al 999 999 se vuelven a usar las mismas letras de las unidades, decenas y centenas, añadiendo un acento agudo invertido o una coma para distinguirlos.

[2]​ En griego moderno se utilizan tanto en minúsculas como en mayúsculas dependiendo del contexto.

Este cero se usaba más a menudo solo que en la representación de cifras.

En este último caso, estaba limitado habitualmente a las fracciones (llamadas minutos, segundos, tercios, cuartos, etc.) –no se usaban en la parte entera de un número–.

Más tarde la barra superior se redujo a una longitud igual al diámetro, similar a la moderna "ō", que aún era usada en documentos árabes de la Baja Edad Media en los que se usasen números alfabéticos.

Gráfico sacado de un papiro criptográfico en griego uncial del siglo IV. Por claridad se han coloreado las letras especiales digamma (azul, con forma stigma), coppa (verde) y sampi (rojo, con forma de as de picas).