Con sus paseos recuerda lo vivido, y a través de la narración consigue rememorar su pasado casi olvidado.
La Señora Rivero, ayudada por su hermana, Tía Mag, administra la casa influidas por los consejos de Ger, el hijo mayor que estudia en la universidad.
Ger se une a la lucha y muere en el conflicto; poco después, la Señora Rivero también fallece.
[5] Las dos estrategias narrativas – narrador ausente e impersonal y observaciones de una protagonista incauta– colocan la crítica en un nivel superficial para poder evadir la censura.
Tanto Andrea como Lena narran los acontecimientos pasados desde una perspectiva adulta, utilizando la estrategia narrativa de la voz en primera persona.
Consideraban que el esfuerzo por alcanzar su independencia y vivir de acuerdo con sus propias convicciones valía la pena.
Esto se refleja en las palabras de Lena, quien expresa su determinación y satisfacción al respecto.