Luego se integró en un grupo rosarino, que le ayudó a establecerse allí.
En el año 1937, Farace se unió a toda clase de grupos musicales, como Barbato-Abatti y Los Provincianos (donde hizo sus primeros arreglos).
Unos años después, formó una orquesta de tangos, pero no pudo estrenar debido a un conflicto gremial.
En 1947, se incorporó a un conjunto dirigido por Miguel Caló, en el que estuvo hasta 1951.
Después de esto, volvió con Troilo, al que acompañó hasta su última actuación.