Niña de Benalmádena

La obra de Pimentel ha tenido siempre una importante repercusión en los lugares en los que ha sido expuesta, convirtiéndose, según palabras del propio escultor, en emblemas.

[1]​ La escultura, en bronce, mide 1,25 m por 85 cm de ancho desde la peana hasta el fin de la concha que sustenta con las manos; representa a una niña de sonrisa ingenua y el pelo recogido en coleta que ofrece, con los brazos extendidos, agua en una concha; representa la bienvenida, amistad y la confraternidad que la comunidad benalmadense ofrece a todos sus visitantes.

El escultor preguntó a don Enrique Bolín sobre aquello que destacaba en Benalmádena y que se pudiera utilizar cómo ejemplo simbólico de nuestro municipio, éste respondió “muchos niños”...Era la época del éxodo casi masivo de habitantes de pueblos del interior de Andalucía a la Costa del Sol, propiciada por el despegue del turismo, la construcción de hoteles, apartamentos, carreteras, urbanizaciones...El escultor pensó en toda esa energía que emanan los niños y los jóvenes, en el agua tan abundante en las sierras de Benalmádena.

[2]​ El artista la modeló primero en barro y después fue pasada al bronce mediante la técnica de la cera perdida en la Fundición Hermanos Codina de Madrid.

Uno de los 8 surtidores que componen esta fuente, vierte agua justo sobre en la concha (de 30 cm por 28 cm) que porta La Niña en sus manos.

Plaza de España. Benalmádena Pueblo