El sitio contiene evidencias de diversos grupos humanos desde los tiempos más remotos hasta el presente.
Arqueológicamente es un sitio impresionante, ya que los investigadores alemanes Alphons Stubel y William Reiss excavaron aquí a finales del siglo XIX, con numerosos tratados escritos en inglés y alemán (Necropolis of Ancon – Das Totenfold von Ancon), proporcionando así una mayor perspectiva e interés por las culturas que se encuentran en el cementerio.
Posteriormente, este lugar atrajo el interés de muchos arqueólogos e investigadores, como Julio C. Tello, Toribio Mejía, William Duncan Ströng, Gordon Willie, Pedro Villar Córdoba, Federico Kauffmann, Francisco Iriarte Brenner y otros.
Todo comienza en 1875, cuando llegaron a la zona los investigadores alemanes Wilhelm Reiss y Alphons Stübel, quienes realizaron el primer descubrimiento científico mediante excavaciones en la necrópolis de Miramar.
Años consiguientes (1904) trabajó en el sitio otro alemán, el arqueólogo Max Uhle (1904), considerado el verdadero iniciador de la arqueología científica en el Perú, quien expandió los aportes de Reiss y Stübel, desenterrando más contextos funerarios y llegando a relevantes conclusiones sobre la necrópolis.
Además, Tello excavó también 264 contextos en Las Colinas que fueron analizados y descritos por su discípula Rebeca Carrión Cachot (1951).