Con esta configuración, la fragata estaba principalmente destinada a la lucha antiaérea y antibuque (en forma de misiles Harpoon).
Por este motivo, las Álvaro de Bazán llevan una sola puerta, destinando el espacio sobrante a otros fines.
Basada en Rota (Cádiz), la fragata Navarra es una veterana en operaciones de vigilancia y control.
El So San, que navegaba sin bandera, intentó una acción evasiva, por lo que tras realizar cuatro disparos de aviso al agua a proa del buque el buque, y disparos de fusil sobre el casco del buque, al no obtener respuesta, se disparó sobre un cable que cruzaba el So San de proa a popa para eliminar obstáculos y se procedió a abordarlo desde un helicóptero.
Yemen comunicó posteriormente el hecho de que la carga les pertenecía y protestó contra la intercepción, ordenando los Estados Unidos su devolución.
[10] En el transcurso de su estancia en el Índico, socorrió al pesquero iraní UAID 400, que se encontraba a la deriva después de que piratas somalíes, les hubieran robado los víveres y el combustible.
Según esta información, ambos buques habían recibido por parte de un esquife un ataque con lanzagranadas que habían podido repeler con la intervención del equipo de seguridad privada que iba a bordo del pesquero español, gracias a las medidas de protección “BMP –Best Management Practises”.
Un avión de patrulla marítima alemán P3-C, integrado en la misión EUNAVFOR ATALANTA, se dirigió a la zona donde ocurrieron los ataques para tratar de localizar el esquife y proporcionar información a la fragata.
Con esta información, la “Navarra” tras 28 horas de navegación, logró localizar el pesquero en la madrugada del día 23 y comprobó que se dirigía hacia una zona cercana a campamentos piratas conocidos en la costa somalí.
Durante esta búsqueda el P3-C localizó un pesquero estilo jabeque (dhow) yemení remolcando varios esquifes.
Los prespuntos piratas fueron entregados a las autoridades de Seychelles unos días más tarde.