El universo ficticio de Avatar se refiere al universo expandido[1] en relación con su producción Avatar junto con las secuelas y producciones derivadas; según informaba a James Hoffman en UGO Networks,[2] para generar un contexto sólido en torno a la historia.
[3] Polifemo es un planeta ficticio creado por Cameron para el universo Avatar que se encuentra en el sistema estelar Alfa Centauri, a 4,4 años luz de la Tierra.
[5][6][7] Pandora, hábitat de los Na’vi, es un satélite natural o luna del planeta Polifemo, en el cual se ha encontrado un mineral muy valioso para los seres humanos, unobtainium, cuya principal propiedad es su superconductividad a temperatura ambiente.
Los seres humanos no pueden respirar este aire, por lo que necesitan equipos especiales fuera de sus edificios o vehículos u otros elementos.
Y los Na’vi, dependiendo de donde viven respecto a la elevación sobre el nivel del mar, perciben un color distinto en banda estrecha en el horizonte en ese momento.
La geología está fuertemente afectada por la presencia de unobtanium, un mineral cuyas propiedades superconductoras les permiten flotar en campos magnéticos.
Árbol Madre (Kelutrel [kɛl.u.tr̩ɛl][12] en idioma Na’vi), también conocido como Arbolcasa en la cultura Na'vi, forma parte del mundo ficticio de la producción Avatar.
[13] Es un gigantesco árbol constituido por un gran tronco hueco formado por pilares naturales a modo de columnas.
Todo el árbol, tanto el interior como el exterior y alrededores, conforma el poblado donde se asienta el clan de los Omaticaya en la luna Pandora, del planeta Polifemo.
Los Omaticaya hacen vida en el amplio interior del árbol en cuyas zonas altas crecen grandes hojas que les sirven de hamaca para dormir.
Se puede referir tanto a una raza de humanoides como al idioma que esta misma emplea.
Son cazadores (taronyu) y adiestran y montan varios animales, entre los que se encuentran unos equinos, Direhorses[36][27] (Equidirus hoplites, en derivación clara del latín, Pa’li [‟paʔli] en el idioma Na’vi), que difieren de los caballos de la Tierra.
[5][40] Podría considerarse una analogía del concepto de Gaia, tanto en su vertiente científica como mitológica, para la cultura humana.