[1] Aunque la investigación sigue abierta,[2] los familiares de las víctimas señalan que el caso quedó estancado.[5] Según Ríos Garza, una mujer que habitaba en el departamento –identificada posteriormente como «Esbeidy», de 29 años[6]– salió a trabajar la mañana del viernes, dejando a Rubén, Nadia y «Arturo» conversando.Posteriormente, Rubén y «Arturo» salieron, pero el fotógrafo decidió volver al departamento.Alrededor de las 9:30 horas, la trabajadora doméstica Olivia Alejandra Negrete arribó al lugar.[8] El 5 de agosto, una persona fue detenida por la procuraduría,[9] quien más tarde confesó su participación en los hechos.[10] El detenido, identificado como Daniel Pacheco Gutiérrez, fue consignado por los delitos de feminicidio, homicidio y robo agravado en pandilla.Los exámenes toxicológicos practicados establecieron que tres personas implicadas en el caso habían dado positivo: Daniel Pacheco, por consumo de cocaína "en cantidades considerables"; Rubén Espinosa, por cocaína; y Nadia Vera, por rastros de marihuana.En dicha manifestación participó la activista Nadia Vera, mientras que Rubén Espinosa dio cobertura fotográfica al incidente.[25] El mismo día, el gobernador Javier Duarte calificó las acusaciones en su contra como un «linchamiento mediático».[29] Aunque Martínez Zendejas negó conocer a Daniel Pacheco y haber estado en el departamento la noche del crimen, peritajes posteriores lo desmintieron.[33] El 1 de octubre, las autoridades hallaron la camioneta Suburban azul marino que los tres implicados utilizaron para llegar al departamento en la Narvarte.Después del homicidio, los asesinos se separaron: dos huyeron en el Mustang rojo y otro en la Suburban, volviéndose a reunir alrededor de las 19:10 horas para repartirse lo robado.Karla Michelle Salas, abogada representante de Nadia Vera y Mile Virginia, acusó que la investigación prácticamente se detuvo a mediados de septiembre y que el juicio se encontrada paralizado.[40] El 27 de noviembre, la PGJDF determinó que el origen del crimen fue la amistad de los asesinos con la colombiana Mile Virginia Martín, aunque se reconoció que aún no existía un móvil claro del homicidio.El subprocurador de Justicia, Edmundo Garrido, afirmó que la investigación había sido «transparentada más allá de los estándares regulares»[41] Al día siguiente, el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito ordenó a la procuraduría no hacer pública la información contenida en la indagatoria sobre el caso.[45] Ambos acusados solicitaron ampliar su testimonio ante la jueza Silva, señalando que habían rendido declaración bajo coacción.Según la información recabada por los abogados del caso, las personas que seguían a Espinosa y Nadia coinciden con el perfil de un policía, un militar o un guardia privado.Por su parte, la fiscalía respondió diciendo que las víctimas no han aceptado sus propuestas respecto a la indemnización y disculpa pública.