La hembra de la mosca doméstica suele aparearse una sola vez y almacena el esperma para su uso posterior.
Las moscas adultas viven normalmente de dos a cuatro semanas, pero pueden hibernar durante el invierno.
Pueden portar patógenos en el cuerpo y en las heces, contaminar los alimentos y contribuir a la progagación de las enfermedades transmitidas por los alimentos, además de que, en número, pueden resultar físicamente molestos.
Las hembras son un poco más grandes que los machos y poseen un espacio mayor entre sus ojos.
[8] Las moscas domésticas tienen quimiorreceptores, órganos del gusto, en el tarsi de sus patas, por lo que pueden identificar alimentos como azúcares al caminar sobre ellos.
[11] Las moscas domésticas aterrizan en un techo volando directamente hacia él; justo antes de aterrizar, hacen un medio giro y apuntan con las seis patas a la superficie, absorbiendo el impacto con las patas delanteras y pegándose un momento después con las otras cuatro.
Como otros dípteros, las moscas domésticas sólo tienen un par de alas; lo que sería el par posterior se reduce a pequeños halterios que ayudan a la estabilidad del vuelo.
[17] En las siguientes 24 horas las larvas eclosionan y comienzan a devorar restos orgánicos ricos en nutrientes.
Los adultos pueden vivir medio mes en la naturaleza, pudiéndose prolongar este tiempo en el laboratorio.
Las moscas domésticas desempeñan un importante papel ecológico en la descomposición y reciclaje de la materia orgánica.
[19] Las moscas domésticas tienen muchos depredadores, como aves, reptiles, anfibios, diversos insectos y arañas.
[20] Las moscas domésticas a veces transportan pasajeros foréticos (no parasitarios), incluidos ácaros como Macrocheles muscaedomesticae'[21] y el pseudoescorpión Lamprochernes chyzeri.
Tras la infección, las hifas fúngicas crecen por todo el cuerpo, matando a la mosca doméstica en unos cinco días.
Las hembras afectadas tienden a ser más atractivas para los machos, pero las interacciones hongo-hospedador no se han comprendido del todo.
[23] La mosca doméstica también actúa como huésped alternativo del nematodo parásito Habronema muscae que ataca a los caballos.
Estos insectos son una de las peores plagas domésticas, superando a los mosquitos, hormigas y cucarachas.