El topónimo Moral, según Riesco Chueca,[3] responde a un modelo tradicional del área leonesa, consistente en un nombre de árbol en singular, femenino y con o sin artículo.
En la provincia de Zamora son frecuentes los topónimos Moral, Moraleja o Moralina.
En la mayor parte de los casos, su forma diminutiva no suele aludir a un moral pequeño, sino a una población llamada Moral que es de menor rango que otra localidad del mismo nombre.
Frente a esta teoría, también se indica que en origen podría referirse a personas procedentes de África si atendemos al significado derivado del vocablo latino 'maurus' (mauritano), y este del griego 'mαῦρος' (maûros), con significado de oscuro, por alusión al color de su piel.
En su territorio se conocen evidencias Paleolíticas, Neolíticas, Campaniformes y fuentes romanas.
Todo parece indicar que era una “villa” romana, situada a la orilla del Eria.
Referidos a tan estratégica región hablan los autores de la existencia de tres campamentos romanos en un espacio cercano a la ciudad, donde tenía su asentamiento la Cohorte IV Gallorum.
No obstante, la mansión o posada de la vía, no siempre coincidía con la ciudad del mismo nombre, y a veces hasta convenía que estuvieran a cierta distancia, resultado que “como en la villa de Morales del Rey no se descubren vestigios anteriores a la época romana, ni asentamiento adecuado, propio de las ciudades celtibéricas, sobre un castro o altura fácil de defender”.
El yacimiento es relativamente extenso, y en particular, hay una zona dejada en barbecho por la gran densidad de materiales constructivos que presenta, aparte de otros cerámicos, restos de estucos pintados…”[cita requerida] Tal vez algún día se puedan esclarecer estas incógnitas a medida que vaya estudiándose más y más la zona.
Esta nueva iglesia surge por el avanzado deterioro de la anterior, ocupaba el mismo lugar que la actual y la mayor parte de las obras que albergaba fueron vendidas para poder construir la nueva iglesia.
Además de una talla del patrón, San Pelayo, y la Dolorosa que se saca en procesión en Semana Santa.
Morales de Rey conserva una de las mejores imágenes del Cristo en la Cruz, posiblemente del siglo XV, y a la que se le han atribuido algunos milagros.
Se encuentra situada a las afueras del pueblo, en la calle Calvo Sotelo en dirección a Santa María de la Vega, construcción de estilo rústico y en piedra, que ha sido remozada y enriquecida hace unos años.
La actuación en este momento se limitó a poner en pie uno de los bloques de la cámara que se encontraba caído, así como a reforzar con bloques de mampostería sin argamasa los intersticios existentes entre los ortostatos conservados, evitando así que el sedimento del túmulo se vaciara sobre la cámara.
Esta auténtica revolución en las formas de vida se originan en el Próximo Oriente y llega a las costas levantinas de la península ibérica en torno al VI milenio a. C. En la Meseta los primeros testimonios del llamado Neolítico Interior no se fechan hasta el tránsito entre el V y el Vi milenios a. C. La construcción de grandes tumbas monumentales que caracterizan el Megalitismo tiene lugar, en toda la cuenca del Duero, en un momento avanzado del Neolítico, manteniéndose como puntos de referencia funeraria mucho tiempo después de acabado este período –Edades del Cobre y del Bronce–.
Desde ese lugar se penetra en la Ambientación I, en la que se representa el 'Mundo de los Vivos', centrándose en diferentes aspectos propios del modo de vida neolítico como la agricultura, la ganadería, la caza, las pesca, la recolección silvestre, la vida itinerante, etc.
La recreación tiene como elemento fundamental una cabaña cuyo interior se ha acondicionado con piezas diversas, contando a su vez con el maniquí de una mujer que está cosiendo varias pieles de oveja.
A la izquierda y coincidiendo con la recreación del túmulo, se ha escenificado un enterramiento companiforme en el que un personaje vivo está depositando las ofrendas características (vasos cerámicos, puntas de flecha, cuchillo de cobre) en el interior de una fosa en la que descansa el difunto en posición fetal.