El buque fue puesto en servicio por los británicos con el mismo nombre como depósito de pólvora hasta 1819, en el que se vende y desguaza.
Durante el ataque, las naves se posicionaron a sotavento y apenas entraron en el conflicto.
Con todo en contra, Dumanoir desobedeció las órdenes de su superior, Pierre Charles Silvestre de Villeneuve, para regresar a la batalla y mandó a retirada, intercambiando apenas unos cuantos disparos en la misma.
Guillaume Jean Noel La Villegris, como capitán del Mont-Blanc ordenó el repliegue su nave, quien decidió seguir a Dumanoir, que mandaba al Formidable.
Tras un cruento intercambio de cañonazos, el Scipion y el Formidable se vieron obligados a rendirse.