Monofisismo
[1] Se identifica generalmente como eutiquianismo,[2] nombre dado a la doctrina de Eutiques, que no admitía sino una sola naturaleza en Jesucristo.El monofisismo tiene su origen en las disputas cristológicas que tuvieron lugar en Oriente durante el siglo IV, como consecuencia de la postura ortodoxa fijada en el Segundo Concilio Ecuménico, celebrado en Constantinopla en 381 y que, para condenar el arrianismo, mantenía la igualdad de esencia entre el Padre y el Hijo.Dicho concilio se celebró en Éfeso, Anatolia, en 431 y constituyeron al Tercer Concilio Ecuménico en cuya primera sesión, aprovechando la ausencia de Nestorio y de sus representantes, Cirilo consiguió la aprobación de un decreto en el que se condenaron las tesis nestorianas y consiguieron la excomunión del patriarca constantinopolitano.El papa León no reconoció el resultado de dicho concilio, al que se referirá no como concilium sino como latrocinium (Latrocinio de Éfeso), y convocará con el apoyo de la emperatriz Pulqueria y su marido Marciano el Cuarto Concilio Ecuménico que celebrado en Calcedonia en 451, depuso a Dióscoro, condenó como herética a la doctrina monofisita y establecería los cuatro adjetivos que establecen la ortodoxia tanto frente a los herejes monofisitas: inconfuse e inmutabiliter, como a los herejes nestorianos: indivise e inseparabiliter.La condena realizada en Calcedonia no fue aceptada por las congregaciones egipcias o coptas, por lo que el patriarca de Alejandría Timoteo Eluro en el 457 rechazó el concilio y excomulgó al papa y al resto de los patriarcas dando origen a la Iglesia copta.