Monasterio de Nuestra Señora de Gracia
Parece que la reina Isabel de Portugal solía usarlo de modo continuo, motivo por el que allí nacerían sus dos hijos: Isabel la Católica y el infante Alfonso de Castilla.En 1499 se unieron al convento dos hijas naturales de Fernando el Católico, María Blanca y María Esperanza de Aragón.[4] Por esa época, la comunidad comenzó a necesitar de un mayor espacio y fue necesario añadir al palacio un claustro nuevo adornado con diez arcos, dos pisos y una escalera señorial.Actualmente, conserva algunas piezas del antiguo palacio como son la sala de Cortes (con un magnífico artesonado mudéjar), escalera regia del siglo XV, el claustro, la capilla real, el salón de Embajadores y la alcoba de la Reina.[6] Asimismo, es reseñable el conjunto documental y de mobiliario que atesora.