Monasterio de Cambrón

El enclave está junto a una fuente regular de agua, el río Riguel, en un terreno elevado y dominante del entorno, a cierta distancia de la población más cercana para procurar el aislamiento reuniendo así las condiciones exigidas por la orden cisterciense a la hora de crear nuevos establecimientos.

[3]​ Esto permitió que la comunidad de monjas abandonaran el más inhóspito Iguácel y fundaran un primer establecimiento en Acín en el siglo XI.

Esta primera fundación dura poco y no tardan en mudarse a un lugar menos aislado y clima tan riguroso como será cerca de Sádaba con el Monasterio de la Santa María en Cambrón.

En 1407 se unieron al convento cisterciense las hasta entonces monjas benedictinas del monasterio de Marcilla.

Allí permanecieron más de 50 personas durante largo tiempo, sustentadas y protegidas por el monasterio.»[7]​[8]​ En 1835 figuraba ya en manos particulares.

Vista de Sádaba (Zaragoza) desde el sureste.