La documentación más antigua que se ha conseguido es del siglo XV.
Según estos estudios, los castells se originaron básicamente en el área de Tarragona-Reus-Valls y, con los años, perdieron los bailes y se centraron en conseguir torres cada vez más altas.
Los siglos XVII y XVIII fueron los de su máximo esplendor en los que la tradición estaba muy extendida por las comarcas valencianas.
Más tarde, en 1822, otro grupo volvió a intervenir en la procesión del Corpus de Sevilla.
Fue al paso que por pura diversión honesta se permitió el establecimiento (en tiempos pasados) en este Principado y en Valencia el bayle vulgo de Valencianos para andar delante de las Procesiones...”.
Se desconoce porqué Llorca, que fue alcalde mayor de Villafranca del Penedés entre 1728 y 1786, despreciaba a las torres humanas.
Mientras que en Cataluña muchas tradiciones se transforman, en la Comunidad Valenciana desaparecen.
Así mismo, la empresa Lavinia Spurna Visual se encargará de los audiovisuales del Museo.