Era hijo de unos modestos labradores que habían emigrado a Bilbao en 1882.
Sus aptitudes como artista y su gran vocación hicieron que consiguiera ingresar en la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Bilbao realizando allí su formación hasta el año 1905.
[4] Su relación con la isla de Cuba fue fructífera pues además de recibir bastantes encargos colaboró con otros artistas amigos y con el arquitecto Félix Cabarrocas.
Este arquitecto fue el autor del monumento a las víctimas del Maine (1925) y el complemento de esculturas y otros adornos los hizo Moisés de Huerta.
Y en 1929 realizó el busto del presidente Gerardo Machado que se exhibió en la Exposición Iberoamericana de Sevilla.