Moisés Oliva

Fue uno de los dirigentes más importantes del oficialismo, tanto a nivel provincial como nacional, y fue gobernador interino por segunda vez en 1872, durante cuatro meses.

Las cabezas del Partido Autonomista salteño fueron sus ministros: Benedicto Fresco y Juan Solá.

Apoyó al presidente Nicolás Avellaneda y al presidente electo, Julio Argentino Roca, durante la crisis de 1880, durante la rebelión de Carlos Tejedor.

Los hechos más conocidos de su gobierno estuvieron relacionados con la revolución que estalló en Jujuy contra su gobernador Martín Torino, un salteño que gobernó Jujuy rodeado exclusivamente de salteños.

En un acto irreflexivo, el sanjuanino interpretó la respuesta como una burla contra su persona y le contestó con toda clase de insultos.