La gravedad de las bajas fue causada al parecer, por la insistencia del general Alvear en ordenar a Paz que atacase una posición imposible.
[1] Llegó en 1829 a Buenos Aires para formar en las fuerzas del general Juan Lavalle, poco después de que este derrocase al gobernador Manuel Dorrego.
Más tarde volvió a la actividad militar y tuvo una destacada participación en la Coalición del Norte, en la que se le reconoció el grado de coronel.
[3] Formó de inmediato en el Partido Federal, al que ya pertenecían los exgobernadores Manuel Solá y Miguel Otero, ambos exmiembros de la Coalición del Norte.
Para ridiculizarlo, sus opositores dijeron que había nombrado gobernador a la imagen sagrada.
[3] Tras un largo exilio, regresó a Salta en 1870 y volvió a dedicarse al comercio, disfrutando así de una relativa tranquilidad, que se interrumpió varias veces cuando fue acusado —e incluso arrestado, en ocasiones— por orden de los Uriburu.