Los turcos aparentemente practicaron todas las religiones mayoritarias, tales como el budismo, cristianismo, judaísmo y el maniqueísmo, previo a que la mayoría de los turcos se pasaran al islam.[3] A pesar de que la mayoría de las entidades pueden ser identificadas como deidades o İye, hay otras entidades tales como los genios (Çor) y los demonios (Abasi).[3] Kök Tengri es la primera deidad primordial en la religión de las poblaciones turcas tempranas.Esta deidad fue reconocida como yüce o yaratıcı tengri (Dios Creador).La religión se parecía más al zoroastrismo después de su cambio, con solo dos de los dioses originales restantes: Tengri, que representaba al dios bueno y al Uçmag (un lugar como el cielo o el valhalla); mientras que Erlik tomó la posición del dios malo y el infierno.Umay (La raíz turca umāy originalmente significaba 'placenta, posparto') es la diosa de la fertilidad y virginidad.Umay tiene un parecido con las diosas de la madre tierra que se encuentran en otras religiones del mundo.Estos están bajo el control de Ülgen, y hacen cosas buenas en la tierra.Según los yakutos, la Madre Blanca se sienta en la base del Árbol de la Vida, cuyas ramas alcanzan los cielos donde están siendo ocupadas por varias criaturas que han cobrado vida allí.[5] Un caso famoso es el del místico sufí del siglo XIII, Geyiklü Baba (cuyo nombre significa "padre ciervo") que era de Khoy, quien más tarde vivió junto a su ciervo en los bosques montañosos de Bursa.Una loba encontró al niño herido y lo cuidó hasta que este recuperó su salud.Finalmente fueron liberados cuando un herrero creó un pasaje derritiendo roca, permitiendo que el lobo gris Asena los guiara.[20] La leyenda de Oghuz Khagan es una mitología política y central para los pueblos turcos de Asia Central y, eventualmente, para los turcos oguz que gobernaron en Anatolia e Irán.La historia legendaria qué empieza en Asia Central está narrada por un dramatis personae (en la mayoría de los casos por el mismo Korkut Ata).Se ha sugerido que este mito fue pasado por los etruscos a Italia.Aun así, es muy difícil estimar cómo fueron conectados los mitos de Italia y Roma.