Se desempeñó como Directora Ejecutiva original del Proyecto de Justicia Intersexual Variante de Género Transgénero (Transgender Gender-Variant & Intersex Justice Project, TGI Justice Project), que tiene como objetivo ayudar a las personas transgénero, que están desproporcionadamente encarceladas en el complejo industrial penitenciario.
[4] Como mujer transgénero, Griffin-Gracy recibió muchas críticas y malos tratos por parte de sus compañeros.
[5] Al comienzo de su transición médica, Griffin-Gracy dependía del mercado negro para sus hormonas.
Durante veinte años, sufrió la falta de vivienda y participó en el trabajo sexual.
Ella contó: "Podríamos ir a Stonewall y todo estaría bien, no tendríamos que dar explicaciones".
[3] Tenía una sentencia de cinco años en el Centro Correccional Clinton en Dannemora por una condena por robo donde conoció a Frank "Big Black" Smith, quien había participado en los disturbios del Centro Correccional Attica de 1971.
Smith habló con Griffin-Gracy sobre la información que necesitaba para ayudar realmente a su comunidad: solucionar un problema en lugar de enmascararlo.
Inicialmente comenzó a trabajar en un banco de alimentos local y luego brindó servicios directos a mujeres trans que estaban encarceladas, sufrían de adicción o no tenían hogar.
[15] Tanto dentro como fuera de su organización, ha luchado contra la criminalización y la brutalidad policial.
[5] En la década de 1970, una amiga llamada Puppy, una mujer trans puertorriqueña y trabajadora sexual, fue encontrada muerta en su propio apartamento.
[3] Griffin-Gracy describió el evento y su impacto en ella en una entrevista: Esta perspectiva ha alimentado gran parte de su activismo hasta la fecha.