El Ministro de la Armada del Japón (海軍大臣, Kaigun-daijin?)
era el máximo responsable del Ministerio de la Armada, elegido entre un oficial de la Marina Imperial Japonesa en activo, y a pesar de integrar el Gobierno, respondía únicamente ante el Emperador.
Mientras que el Jefe del Estado Mayor de la Armada se encargaba del mando operativo, el Ministro de la Armada era el máximo responsable de las funciones administrativas.
Debido a la tradición naval de que “un militar no debe participar en política”, el puesto de Ministro de la Armada era el único puesto de cariz político accesible a miembros de la marina japonesa.