Durante la restauración Meiji, Matsukata ayudó a mantener el orden en Nagasaki tras la caída del Shogunato Tokugawa.
Al año siguiente, tras la caída en desgracia de Okuma Shigenobu fue nombrado ministro de finanzas, debiendo afrontar la grave crisis económica que sufría el país debido a la elevada inflación.
Matsukata también intentó proteger la industria japonesa de la competencia extranjera, pero se vio frenado por los "Tratados Desiguales", que daban preferencia a los intereses económicos occidentales.
Un asunto importante durante su mandato fue la presión que se ejerció por parte de la Sociedad del Océano Negro, un grupo ultranacionalista formado en 1879 y apoyado por personalidades influyentes dentro y fuera del gobierno.
La Sociedad demandaba (y así lo consiguió de Matsukata) una política exterior más fuerte.