Sería la posterior influencia turca la que favorecería la difusión del miniaturismo persa en la India.
Los colores utilizados principalmente son el azul índigo, el rojo bermellón, el amarillo, el blanco y el verde.
El objetivo de estos libros es fundamentalmente religioso y no como expresión estética.
Los más antiguos son del siglo XII-XIII similares a los manuscritos bengalíes, aunque con mayor frontalismo y hieratismo en las figuras.
A la muerte del emperador Akbar, se habían iluminado durante su reinado unos 24 000 manuscritos.