Según este relato ficticio, la santa, perteneciente a una familia romana de elevada posición social, era hija de Caurio y Feliciana, teniendo lugar su nacimiento en torno a 347.[4] Es preciso destacar que la fecha de la muerte resulta del todo arbitraria puesto que esta información no consta en la lápida, mientras que para 362 ya no había ninguna persecución vigente contra los cristianos, al menos a nivel oficial, debiendo precisarse además que su martirio se sitúa casi con toda seguridad a comienzos del siglo iv, en tiempos del emperador Diocleciano.Las labores continuaron en los años siguientes, si bien hoy día el santuario permanece inconcluso, faltando las capillas laterales del crucero, la nave, la fachada y el campanario.A los pies se conserva la vasija con la sangre de la mártir, quien en la mano izquierda porta una palma como símbolo del martirio, hallándose la derecha posada sobre el colchón.El rostro de la figura exhibe un rictus de dolor, con los ojos cerrados y la boca abierta en un gesto agónico, destacando a su vez una herida sangrante en el cuello, símbolo tangible del martirio.[15][16] La práctica de ocultar los huesos en estatuas y de mejorar el aspecto de los cadáveres con coberturas céreas ha llevado a creer equivocadamente que estos cuerpos se hallan incorruptos o momificados, destacando en este aspecto ciertos corposantos así como varios cadáveres de santos y beatos conocidos, tanto los que están cubiertos de cera como los preservados con otros materiales: Santa Faustina en Guanajuato (México), San Florencio en Orizaba (México),[16] Santa Inocencia en Guadalajara (México),[17] San Aprio en Roma (Italia), San Silvano en Dubrovnik (Croacia),[18] San Pascual Baylón en Villarreal (España), Santa María Goretti en Nettuno (Italia) y, más recientemente, el beato Carlo Acutis en Asís (Italia).[10] Esta urna hace gala de varios estilos artísticos, aunque entre ellos sobresale el rococó por la profusión del dorado y la elegancia poco recargada, predominando motivos florales y destacando dos cabezas en la zona superior y un rostro infantil en relieve presidiendo la sección inferior, uno de los pocos motivos ornamentales policromados.El basamento, parcialmente policromado en azul celeste, posee una traza sencilla y queda oculto por el altar mayor, si bien a ambos lados pueden apreciarse unos prominentes netos que sirven de apoyo a los dos pilares del cuerpo, hallándose en el neto izquierdo la siguiente inscripción: Por su parte, los pilares son abombados y poseen fuste liso, apoyándose sobre basas y coronándose con capiteles corintios.