El nombre que recibe, SAN CAMPIO "de lonxe" se debe a que los peregrinos vienen a pie desde muchos kilómetros de distancia, y queda "lonxe" el Santuario, en relación con otros lugares donde se venera este Santo.
En tiempos pasados fue "el gran médico venturoso" al que se recurría para curar todo "meigallo" y también a los que sufrían de "ramo cativo", es decir, posesión diabólica.
También son frecuentes las promesas de pesarse en trigo, centeno o sal.
Por haber sido soldado se le tiene por patrón o protector tutelar de los jóvenes que sirven a la patria.
Antes de ir al servicio peregrinan a San Campio buscando su protección y muchos -como símbolo- le ofrecen la corbata, y al regresar vienen a darle gracias, y si obtuvieron alguna medalla o triunfo en las campañas también se la ofrendan, rindiendo esta homenaje a su Capitán.