Mina La Salvadora

Simón Iturri Patiño, trabajando en Oruro en la firma comercial Hermann Fricke y Compañía, conoció al minero Sergio Oporto, quien vendía minerales allí.

[2]​ La falta de resultados positivos llevó a acumular deudas y Oporto consideró vender su parte.

[5]​ Durante las primeras décadas del siglo XX, La Salvadora emergió como un centro vital de actividad minera.

Este período fue crucial para establecer a Bolivia como un líder global en la producción de estaño.

Este vínculo muestra cómo La Salvadora trascendió su rol económico, influenciando profundamente la cultura y la sociedad local.

[9]​ Este cuerpo geológico intruye las rocas sedimentarias del período Silúrico-Devónico y es probablemente el conducto de un volcán cuya estructura superficial ha sido totalmente erosionada.

Esta riqueza mineral ha contribuido significativamente al estudio y explotación de estaño en la región.