La gran capacidad de Hailwood para el pilotaje superó las desventajas y le permitió seguir coleccionando títulos mundiales hasta 1967.
Hailwood nunca volvió a correr una temporada completa en el mundial de velocidad.
Consiguió dos pódiums, y sumó un total de 29 puntos en el campeonato del mundo.
En la F1 se le conoce más por haber salvado la vida del piloto Clay Regazzoni que por sus victorias.
Era su decimocuarta y última victoria en la Isla de Man Ganó el Segrave Trophy en 1979.
La comitiva va hasta Portway, lugar del fatal accidente y luego se dirige a la iglesia de Tanworth-in-Arden en donde está enterrado Mike Hailwood.