Michel (HSK 9)

La Norddeutschen Lloyd lo alistó en 1939 bajo el nombre de Bonn, pero en 1940 la Kriegsmarine lo requisó, mandándolo al astillero Schichau de Danzig para que lo trasformara en barco hospital, denominándolo Barco 26 (Schiff 26).

Para descubrir a los barcos enemigos que pudieran ser posibles presas o representar peligro, el crucero auxiliar llevaba dos hidroaviones tipo Arado Ar 196 A-1, colocados en un garage trasero, y que se sacaban y recogían con una grúa.

Mientras la mayoría iba a cursos de marinería, otros fueron a cursos para aprender a pintar, dibujar, esculpir, interpretar teatro, tocar instrumentos e incluso manejar marionetas, por orden de Ruckteschell, que conocía el efecto que un largo viaje ejercía sobre la tripulación y quería que tuvieran distracciones variadas.

Von Ruckteschell lo rechazó, citando la conocida frase de Berlichingen: „Er aber, sag’s ihm, er kann mich im Arsche lecken!“ (Dile de mi parte que puede besarme el culo).

En la tarde del 13 de marzo, por tanto solo 300 horas tras la Operación Cerberus con la que los acorazados Scharnhorst y Gneisenau cruzaron el Canal en sentido contrario, zaró el Michel alias Sperrbrecher 26 de Flesinga acompañado por nueve dragaminas y por las torpederas Iltis, Jaguar, Seeadler, Falke y Kondor.

Tres días después, el 22 de abril, al localizar otro petrolero, von Ruckteschell decidió enviar la lancha rápida Esau.

El Michel siguió al barco de noche sin ser descubierto, para precisar su rumbo y velocidad.

El Michel se aproximó y rescató a 13 supervivientes, que identificaron su barco como el Connecticut[2]​ de la Texas Company, de 8.684 TRB y en ruta también hacia Sudáfrica.

El Michel se presentó como patrullero británico y exigió al Menelaus que se detuviera, pero su capitán exigió al del Michel el código de reconocimiento.

Como esto era imposible, von Ruckteschell ordenó abrir fuego y botar la Esau.

Esta fue la única vez durante la Segunda Guerra Mundial que un barco atacado por un crucero auxiliar logró escapar.

El Michel tomó de nuevo combustible y pasó sus prisioneros al Charlotte Schliemann.

No hubo heridos y sus 20 tripulantes subieron a bordo del Michel antes de que el Kattegat fuera hundido con cargas explosivas.

Aunque les separaban tres días de viaje, von Ruckteschell ordenó poner rumbo al mercante, al que descubrieron el 5 de junio, cuando su tripulación ya había logrado reparar las máquinas.

Aunque la Esau le disparó dos torpedos que impactaron, el George Clymer,[4]​ de 7.176 TRB, no se hundió y mandó señales de socorro al tiempo que disparaba sus cañones.

Sin previo aviso, el mercante fue cañoneado y al poco tiempo hundido.

El Michel se acercó aprovechando la oscuridad y a las 19 horas abrió fuego.

Aunque se botó la Esau para recoger náufragos, solo 61 de los 154 pasajeros y tripulantes pudieron salvarse.

Por la tarde, el Michel alcanzó al petrolero que huía y lo hundió.

El barco se hundió en pocos minutos y solo un tripulante pudo ser rescatado.

[17]​ Después de seguir al barco en la sombra durante todo el día, se acercaron a él de noche, botando la Esau, que alcanzó al petrolero con dos torpedos, por lo que el capitán del Ferncastle pensó al principio que le atacaba un U-Boot y mandó alistar los cañones.

El 29 de agosto el vigía avistó un crucero norteamericano, al que erróneamente identificó como de la clase Pensacola, por lo que Gumprich ordenó inmediatamente virar al norte.

En realidad, se trataba del crucero ligero Trenton, de la clase Omaha.

Aunque no fue desenmascarado, Gumprich decidió separarse prudentemente del convoy, y lo consiguió.

Navegando en superficie, el Tarpon siguió al Michel hasta ponerse en posición de tiro.

Este se detuvo, pero volvió a arrancar con rumbo de colisión hacia el submarino, que hizo inmersión y volvió a emerger detrás del Michel, lanzando una nueva salva de torpedos, uno de los cuales impactó en la popa del Michel, provocando una gran explosión y el hundimiento del barco en pocos minutos (posición).

El petrolero Ferncastle , hundido por el Michel